Actualmente las mujeres exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen y hablan. Estas mujeres actuales no se dejan dar órdenes, ni las pueden dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas y en silencio.
Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas le temen.
Ni siquiera tienes que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen del dominio.
Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí (y en la fuerza bruta) ha radicado el poder de los machos durante milenios.
Como trabajan tanto, o más que los hombres, entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar.
Las mujeres modernas, esas mujeres rudas (en el buen termino de la palabra y, si me permiten el adjetivo) exigen, trabajan, producen, regañan y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos.
Esas mujeres dan ideas, amistad, compañia, pasiones y curiosidad por lo que valen la pena. En pocas palabras, las mujeres modernas y/o actuales, exigen a los hombres a ser mejores y a, realmente, merecerlas.
Y es por eso que, cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer.
Fecha en la cual, se conmemora la lucha de la mujer por su participación, por estar a la misma altura que los hombres; porque para la sociedad ("se supone") ahora todos somos iguales y debemos ser tratados de la misma manera.
Este fué pues, un breve artículo dedicado a las mujeres en su día. Y me gustaría terminar con lo siguiente:
Lo que no tiene lugar dudas, ni es tema de discución y/o de debate; como lo citó el mismo Arjona:
SON LO MEJOR QUE SE PUSO EN ÉSTE LUGAR!
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